Baño Público en Parque El Quijote, entre calles 23 y J.
El baño público del Parque
el Quijote ubicado en 23 y J es un antro de perdición. Así dicen los
hombres que por necesidad han tenido que hacer uso de este. Antro porque cuando
un hombre
heterosexual entra se encuentra lo que menos esperaría encontrarse.
Tres o cuatro hombres masturbándose al unísono mientras uno enseña el trasero. No es cuento no. Es así. De nada
sirven los cuidadores y cobradores del mismo. Si uno paga más puede hacer allí
lo que uno que quiera.
Tal indecencia como
afirma un señor de 53 años que por necesidad tuvo que contemplar, marco toda su
vida. “Casi me defeco en los pantalones. Se me revolvió todo el estómago. Y
por supuesto metí un escándalo a los cuidadores que se encontraban fuera del
mismo conversando como si nada, sin controlar lo que pasaba allá dentro”.-dijo.
Historias como estas se
escuchan en el parque a diario. Y esto no de ahora, sino de hace rato que viene
sucediendo. Por allí han pasado diferentes cuidadores. Desde personas
gays hasta otros que poco le importa lo que sucede dentro, siempre y
cuando el que va a entrar pague. La obligación suya nada más es mantener el baño
higiénico.
El baño abre en la mañana. Y
ya de temprano gays y bisexuales empiezan asistir al lugar
tratando de satisfacer su testosterona acumulada.
La confluencia al lugar
es necesaria y obligatoria. Los que esperan el autobús 195 antes de montarlo,
entran porque las necesidades humanas no se pueden aguantar. Estas no tienen
momento fijo. Una vez entrado allí, es donde los instintos animales reprimidos
afloran. Pero solo unos pocos instantes para que los demás necesitados
pasen y para no levantar sospechas.
Por lo general todo el
que tiene que converger en el parque El Quijote sabe para lo que
se presta ese baño. El mismo trabaja hasta la tarde. Pero una vez entrada la
noche, lo que una vez quedara en el baño se hace público en el mismo parque
que tiene poca iluminación.
No importa si hay mujeres
y niños pasando, o personas que solo esperan el transporte público. El caso es
que gays
y bisexuales
se las ingenian para chupar
caramelos o sino para saborear el menú completo.
Esto que se ha regado de
boca en boca y que todos los que por placer, necesidad u obligación visitan el
lugar sabiendo o no, porque este es un punto céntrico; opinan que la parada de
espera el autobús debe de ser trasladada por causa de los adolescentes y los
niños que no tienen ninguna necesidad de contemplar estos sucesos. Otros dicen que cuando se remueva la parada se
acabó la diversión porque la misma enmascara el lugar.
Sea o no cierto, nuestra
realidad cada día nos presenta qué la ausencia d libertades y de oportunidades
existente son el factor clave que genera un estado de caos en la comunidad
gay quien en consecuencia tiene que recoger los rastrojos de la
intolerancia y el odio en culpa de que el gobierno no tiene en cuenta todavía
lo que estos necesitan para mejorar como individuos y gozar de un estado de
igualdad. A este incidente solo podemos decir, que personas homosexuales y
bisexuales tienen que crearse estos sitios ilegales para poder
satisfacer sus necesidades sexuales porque los mismos no tienen sitios
legales, ni tampoco cuentan con la aprobación social y gubernamental.
El baño de El Quijote no es
el único baño público en la Habana donde la comunidad gay ha tenido que
inventarse espacios para sobrevivir sexualmente siendo verdaderamente ellos. En
La
Habana existen variedad de ellos. Sean ubicados en cines, discotecas o
en los anfiteatros. Pero como sea mi post va dirigido a aquellos que
valientemente se han armado de valor para diseñar espacios porque no tienen,
porque es la única forma que conocen para decir existimos, y hacer rebeldía
social; como también mi post va dirigido a aquellos que en la isla y en el
mundo lo leen para que exijan más cambios internos en nuestra sociedad.
Tal vez gays
pudieran gozar de estos encuentros con absoluta privacidad como cualquier persona
heterosexual en sus casas. Pero si sus familias y la sociedad no los acepta,
¿entonces donde lo hacen y como lo hacen? Públicamente es la respuesta. Estos no tienen ni habitaciones ni baños
privados a los cual usar para tal fin. Por lo cual para finalizar mi post sin
promover un estado de anarquía concluyo que los baños públicos con fines sexuales
es menester mantenerlos hasta que ocurran cambios evidentes en beneficio de las
personas
homosexuales que demuestren y visibilicen un estado de igualdad; para
ver si así el gobierno y Mariela Castro dejan de comer tanta
bobería y se ponen las pilas. @mariojdgonzalez