Playa Gay: Concurrida en Viernes Santo.
Paso el Viernes Santo
en mi país, y la mayoría de las personas gays de la capital lo tomaron
mas como un día festivo que como un día de carácter religioso.
La playa El Chivo por
cierto, estuvo concurrida, y gays a son de bebida alcohólica y cantos
coreados; hicieron que esta playa con fama de ser asediada por la policía
tuviera un matiz y color diferente al no ser acosada por estos.
A pesar de la frialdad
provocada por el frente invernal que entrase a la zona occidental del país el
lunes 25 de marzo; muchos usaron sus trajes de baños exóticos para
exhibir sus forzudos cuerpos. ¡No existía frío que los detuviese!
La juventud como también los
adultos que presenciaron el litoral; aparte de compartir entre risas, muchos
buscaban sexo ocasional. Otra parte, mínima por cierto se había dirigido
allí a buscar una relación. Mas está en su mayoría y como expresase en un artículo
anterior no le interesa estar atado a una relación porque establecer compromiso
implica responsabilidades crudas que muchos en este país lleno de carencias
tanto materiales como económicas muchos no pueden asumir.
La costa con sus excesivas
rocas y escasa arena, no era impedimento para que los manglares se erigieran.
Estos; mandados a incinerar por las autoridades locales para impedir que
parejas como grupos ávidos de sexo se adentren en ellos a practicar orgías,
es catalogado como un crimen por la misma comunidad que desafortunadamente no
cuenta con espacios donde tener relaciones sexuales a causa de la
intolerancia social, familiar y gubernamental quienes les persiguen.
La cruel realidad en esta
zona, aunque ha menguado en cuanto a hostilidad policial directa;
todavía y sin embargo atemoriza a la mayoría de los homosexuales.
La vía que han encontrado
las autoridades para hacerles frente a estos, es usar a grupos de ex-reclusos
con licencia extra penal, para reducir la zona verde y los manglares que tanto
embellecen la costa, con el único fin de que estos no se adentren en ellos; impendiendo
así que practiquen sus actividades homoeroticas solo porque les
molestan. Sin embargo cuando un chubasco cae por la zona, la comunidad aliviada
en su mayoría exclama en sentido figurado un ¡Abba Padre!, agradecidos a Dios,
porque saben que muy pronto han de crecer las plantas que encubren sus desvergüenzas
como señala la mayoría de los oficiales homofobos al servicio del
régimen.
Por otra parte aunque la
mayoría de los homosexuales se refugian bajos los manglares para tener sexo
bajo la constricción de su vergüenza; algunos ni siquiera se esconden, y optan
por bañarse en plena playa como Dios les trajo al mundo para de esa
forma sentir el placer de ser observados por sus semejantes.
En comparación con la playa
Mi Cayito (sitio muy gayfriendly); la mayoría prefiere la playa
El Chivo; carente de belleza natural, porque el control policial no
es tan predominante como en la antes citada playa institucionalizada por el
gobierno y el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
Y cuando hablo de poco control
en El Chivo por la policía, también hablo de mucha promiscuidad
sexual que se vive en tal ambiente, lo cual también genera un peligro
potencial de contagio de enfermedades de trasmisión sexual (ETS). Pero
sin ánimo de justificar a la comunidad gay visitante de este espacio no
queda nada más que decir que esta acude a este sitio propenso de muchos
peligros debido a la carencia de espacios oficialistas donde estos puedan tener
sexo en comparación con la mayoría heterosexual, a causa de la
intolerancia social, familiar y gubernamental, incluyendo la escases de
viviendas.
Más, sin ánimo de extenderme
demasiado; la comunidad gay y yo, como ávido buscador de hechos para
contar; que decidimos visitar El Chivo que usualmente es catalogada por
la policía como espacio propenso a cometer desvergüenzas; no cabe duda
que aquel Viernes Santo fue un viernes genial.