Yo Acuso al Gobierno Cubano y a su Aparato Represivo de la Seguridad del Estado.
Pero les comento mis lectores
que lo que me hace pensar y tener la plena seguridad de que tal accidente en mi
vida proviene de parte de la Seguridad del Estado, es simplemente
analizar como sucedieron los sucesos, lo cual inmediatamente les cuento.
Ese día acababa de terminar
de conectarme a Internet y me dirigía con un usuario de Internet a su casa para
buscar un libro de enseñanza del ingles para así estudiarlo en casa. Saliendo de allí ya cerca de las 6 de la tarde casi anocheciendo consecuencia del cambio de horario, me dirijo a buscar la ruta de transporte P-14 el cual tome para bajarme
en la ultima parada ubicada en la calle Monte para luego buscar
un taxi particular. Para eso solo tenia que cruzar la calle Monte,
atravesar el parque de la Fraternidad que por cierto ese día estaba oscuro (consecuencia de sus faroles no estar encendidos) y luego en la calle Dragones, para en el lateral del Capitolio
donde paran esos taxis solo tomar el que me conduciría a la tragedia.
Antes de montarme un hombre
de tez negra me hace sena diciéndome que este carro ya iba a salir lo cual me
dispuse a montarlo no sospechando nada. Una vez dentro me percate que estaba
otro hombre de tez negra sentado en el asiento trasero del auto y el chofer de
tez blanca o mulato claro se encontraba frente al timón listo para arrancar.
Luego entra aquel que me hizo sena y entonces el auto partió. Me encontraba
sentado entre ambos de tez negra. No pude divisarlos bien consecuencia de que
el auto dentro no tenia las luces encendidas.
Entonces cuando el auto
salio de su estancia ya camino (según yo) hacia Alamar donde vivo,
ambos hombres me tapan la boca y me hacen una llave bloqueando cualquier
tipo de posibilidad de defenderme para así introducirme boca abajo y acostado en
el suelo del auto. No podía ni siquiera moverme y no sabia para donde
me conducían porque no atinaba ver nada y para completar uno de estos me tapo
los ojos con sus sucias manos.
Una vez llegado al sitio bien
conocido por ellos, mientras el conductor se quedo en el auto,
aquellos hombres de tez negra y altos me empujaron por una loma llena de
hierbas donde al final de esta había raíles de ferrocarril para entonces allí uno
aguantarme las manos mientras el otro los pies y así con una piedra
empezar a golpear y a golpear mi rostro con esta dejándome heridas en la cabeza, como dos cortes cerca de los ojos, uno en el interior de la boca y en la parte superior izquierda del cráneo lo cual llevaron intervención quirúrgica. En ese momento no sentí los golpes, por lo único que estaba preocupado era por mi vida y lo único que
hice fue tratar de defenderme como como pudiera y pedir a Dios en mi mente que
la preservara. Esos delincuentes ya casi yo con el
rostro destrozado y sin posibilidad hasta ese momento de moverme me
extrajeron de los bolsillos mi celular y
la USB para así también llevarse mi mochila y otras pertenencias.
Intentaban quitarme la ropa pero lo único que atine decir en ese instante
que para hacerlo había que matarme lo cual decidieron cambiar de opinión dejándome en aquel oscuro lugar. Cuando me levante, estimo que sobre
las 10 o las 11 salí a duras penas hacia la carretera dirigiéndome hacia una
casa la cual tenia sus puertas abiertas para pedir ayuda. Me salio un muchacho
que veía la TV y automáticamente me dejo entrar ofreciéndome agua y un analgésico para al instante llamar por el teléfono a una patrulla
policial para que me condujera al hospital mas cercano.
Me llevaron al Miguel Enrique, la antigua Benéfica. Allí me cosieron las heridas y limpiaron como pudieron la sangre porque
no había agua en el hospital. Solo se cuanto se demoraron para que los
especialistas se pusieran de acuerdo para coserme, ya que soy seropositivo.
Y ademas en el hospital los guantes no se encontraban disponibles. Estos había que buscarlos no se donde y una vez encontrados se decidió quien me cocería. Ni
siquiera vi los rostros de estos que se hacen llamar médicos. Pero bueno al final me cocieron.
Una vez terminado todo el
proceso en el hospital, entonces me condujeron a la estación policial de 10 de
Octubre y Acosta para que ofreciera declaración. Ellos la tomaron. Uno de los oficiales se dispuso a verificar mis datos en la red para conocer quien era yo.
Se que el lo vio. Y se dio cuenta que soy un Activista Gay y defensor de los
Derechos Humanos. Fue entonces cuando luego empezó a provocarme con intención de
que me incomodase y me alterase con expresiones tales como que Barack Obama es
un asesino, es un oportunista, es un descarado y un sin fin de expresiones mas.
Yo no le seguí la rima. Casi no podía abrir ni los ojos ni la boca para
hablar consecuencia del dolor. Lo cual opte por no responder. Se que ellos se incomodaron por mi
actitud. Pero aun así no pudieron rematarme con su ultimo plan. (Una
querella). Luego de terminado todo el procedimiento me montaron en la patrulla
para ir al lugar de los hechos lo cual con mi pobre visión encontré con
inseguridad y con dificultad sin saber si realmente fue el lugar de los hechos.
Y después de estos me condujeron a casa, llegando sobre los 5:00 AM. Luego y
solamente subí las escaleras de mi
edificio sin ayuda de nadie y sin apenas ver para luego comenzar con el
sufrimiento de mi familia.
A pesar de todo, Dios ha sido
bueno conmigo. Tengo que agradecerle porque conservo mi vida y porque
nuevamente me reincorporo en la lucha por los Derechos Humanos y cívico-religiosos de las minorías sexuales. No se si fueron meros delincuentes o si fue la Seguridad del Estado
quienes tramaron tal patraña. Pero así todo aunque no sepa, tengo la seguridad de
que fue la Seguridad del Estado o simplemente meros delincuentes a su servicio, ya que la
forma en que concurrió cada uno de los sucesos que acabo de plasmar ocurrieron de
tal manera que simples delincuentes no lo harían de aquella forma como les he
contado. Así todo en el Nombre de Jesucristo yo me declaro en victoria sobre
ellos. Mas no dejo decir que yo acuso al gobierno cubano y a la seguridad del estado por lo que me sucedió y cualquier cosa que me pueda pasar.