Ellos dicen que no son gays.
Basta
con caminar las calles y recorrer aquellos sitios que son frecuentados por los jineteros
(hombres
y adolescentes que se prostituyen) y preguntarles a estos si son gays,
para escuchar de sus propias bocas la negativa de que no lo son. Entre ellos
mismos me dicen y dicen a otros que
tienen sexo con otros hombres consecuencia de la necesidad económica
en que viven, resultado de la crisis nacional y el bloqueo. Que salen en las
noches a buscar aquel sexo tan criticado por la sociedad
porque tienen que mantener a familia e hijos antes que salir a robar, asaltar o
matar por unos cuantos CUC o algunas cadenas de oro. Son el resultado de las
pocas oportunidades que el gobierno les ha entregado. Sin embargo les miro
fijamente, y les pregunto, qué porque si no son gays, lo hacen con
hombres mientras les digo que como gay no podría hacer algo que no me
gustara, porque atentaría contra mi propia naturaleza, a pesar de las
necesidades mismas que ellos mismos pasan. Ellos me responden que el mundo ha
cambiado y que hoy día todo es lícito solo para uno poder subsistir. Yo me
quedo asombrado ante la explicación que me ofrecen sabiendo perfectamente que
debe de haber algún margen de error como sé que también hay una verdad que no
puede ser ocultada. Termino de hablar con ellos, salgo de la presencia de estos
y tomo la determinación de comprobar quedándome hasta tarde en casa de un amiga que vive cerca del parque
de la Fraternidad, sitio donde se reúnen homosexuales y transexuales
en
busca de sexo, y también los jineteros, para aunque sea llevarse
entre 5 y 20 CUC a sus casas por sexo realizado, para saber si en
verdad me mienten o si en verdad no son gays como estos señalan a los cuatro
vientos. Me asomo al balcón de la casa
de mi amiga mientras introspectivamente pienso en la suerte de aquellos con
cuerpos esculturales y bellezas agraciadas quienes logran terminar temprano su
faena temprana antes de las 4 AM. Otros, los desfavorecidos terminan su
jornada a las 6 de la mañana. Pasando
lentamente el tiempo llega la hora de trabajar y dar un paseo para ver
realmente lo que hacen los jineteros después de terminada su
jornada laboral. En lo que me visto y me preparo ya casi son las 5 AM. Bajo y
llego hasta el mismo parque
de la Fraternidad. Casi no hay nadie. La mayoría ha terminado su faena.
Sin embargo quienes transitan por el sitio son personas comunes que se dirigen
a sus centros de trabajos para ganarse la vida. Sin embargo para sorpresa mía,
cosa que Dios ha determinado en mi destino; me encuentro con uno de los que me
había dicho que no era gay, ligando con un oficial de la POLICIA en
los bajos de una escalera, cerca de la estación policial ubicada en la calle Dragones
en la Habana Vieja. Trato de pasar inadvertido, espero que terminen su empalagoso encuentro. Ya casi
son las 6 AM, todavía no ha aclara la mañana. Me percato que ambos se separan.
Inmediatamente me dirijo al encuentro del chico que lo único que tiene en edad
son solo 15 años no más. Hago como el
que paso por el mismo lugar que el y lo miro. El me mira; me reconoce, e
inmediatamente nos saludamos estrechándonos manos. En mi atrevimiento me atrevo
a preguntarle si en verdad lo que él y sus amigos me habían dicho en horas de
la mañana era verdad o una inventiva de los mismos jineteros para no
delatarse unos a otros sobre su orientación sexual homosexual.
Inmediatamente abriéndose me dijo que había mentido, que él sabe perfectamente
que la mayoría de los jineteros incluyéndose, saben
perfectamente que la mayoría entran a ese mundo por necesidad y porque les gustan
los hombres, pero se enmascaran y ocultan en una apariencia fingida para
evitar el desprecio social. Me dijo además que tiene una relación de hace 4
meses con un policía que le dobla en edad, quien le ampara y representa ante
cualquier tipo de inconveniente delictivo y social que le pueda acontecer.
Terminando de conversar nos separamos. Confieso la verdad que no quede para
nada sorprendido con lo que ya mi intuición me decía. La realidad es que el
mundo de los jineteros es tan hostil como el de las mismas prostitutas
que por necesidad se amparan ante las autoridades para poder subsistir. Sin
embargo el mundo de los jineteros en la isla está alcanzando
una connotación más atractiva entre los
mismos ciudadanos y turistas, que el mismo mundo de la prostitución femenina.
El turismo
de gays hacia Cuba en estos tiempos se acrecienta. Llama la atención de
estos hacia el sexo fácil y barato que encuentran en la isla. Es todo un mercado
sexual disponible. Entregado en
bandeja por nuestro propio gobierno al mundo, en culpa de una mala
administración económica y una política que empobrece no solo al que más
trabaja para no ver ganancias, sino que empobrece también al alma, no
entregándole ninguna posibilidad para poder vivir dignamente. El caso es que
con todo esto, los jineteros que alardean de hombría y masculinidad en nuestro
país no son más que gays, que por gusto o por necesidad salen a las calles cuando
duerme la Habana para satisfacer necesidades y satisfacciones que el
gobierno no les da. Lamentablemente son muchos los menores de edad que se suman
a las calles cada día. Solo basta recorrer las mismas, para ver que caen en
manos de adultos, y no se hace nada para dar solución a la misma, porque el
gobierno se ocupa de cosas que no debe de ocuparse antes que atender el
bienestar económico de nuestros niños. Sin embargo entre el dilema que existe
entre los jineteros y su condición gays, me inclino tras las pruebas de
que la mayoría de estos realizan tal desempeño laboral por ambos beneficios más
que por la misma carencia económica o por el hecho de ser solo gays. Vender
los cuerpos, más que cosa de mujeres hoy día en nuestra isla, forma parte de la
idiosincrasia actual de los hombres en su haber y más de los mismos gays, que
niegan hasta el cansancio su condición de m……… Las mujeres en Cuba no pagan
tanto por un servicio sexual con hombres como el de los hombres por las
mujeres. Por ende a estos no queda más remedio que acostarse con hombres que
desesperados persiguen satisfacer sus inclinaciones ocultas en medio de la
noche cuando en su idea pensaban que todo sería distinto. Resultado de la
primera decisión tomada, hoy estos buscan aquella primera experiencia vivida
mientras tratan de existir. @mariojdgonzalez