Competencia Social.
Es común cuando caminamos por La Habana que nos
encontremos hoy con las denominadas mujeres modernas. Llamadas así
porque en realidad son hombres que usan atuendos femeninos y visten de mujer
con el fin de satisfacer sexualmente a los turistas que visitan el país para lucrar
a costa de ese sexo que aun todavía
resulta tabú.
Bien sabemos que estas son personas trans. Aquellos que las
miran a la luz del día con ansias de…pensando que son chicas, son tan burlados
socialmente como mismo se hace mofa de las trans, porque son víctimas del
engaño.
Muchos de estos alardean que no les llama la atención. Pero
el cubano bien sabe que una vez entrado el bicho de la curiosidad al cuerpo y
picar como garrapata, es común que se rasque matándola. Y bien sabemos cómo uno
se rasca confrontando el picor.
Las trans se valen mucho de la
apariencia para engañar. Por lo que es normal que mientras más femenina se vea,
sea más efectivo su engaño. No es la primera vez que un hombre caiga ante la
tentación de las mujeres, como tampoco al de una transexual. Incluso las
mismas alardean de tener más perspicacia y más sabrosura que las mismas mujeres
cuando hablan de cama, porque se percatan que para tener la atención de estos
se deben de esforzar más duplicando el placer de dar. Puede verse en estas una
actitud de misoginia solo por el hecho de sentirse más mujeres que las propias
mujeres.
Así como existen hombres que caen a cada rato ante la
seducción de (trans), existen mujeres que se alarman cuando de vez
en cuando sorprenden a sus maridos mirando a lo que parece una. Las mismas
abren bien los ojos como si se fuera acabar el mundo.
Pero cuando el engaño sucede y esta lo descubre en el acto,
entonces se acaba el mundo. Enseguida la mujer adopta una actitud prepotente
contra el marido. Lo quiere expulsar hasta del hogar. Se invierten los papeles.
Y el hombre no le queda más remedio que irse, si es que no quiere que su esposa
lo abochorne en el barrio donde vive.
Como dice una señora de 40 años en mi barrio que está loca. “Si
quieres de verdad saber si a tu marido le gustan los hombres travestidos,
pruébale”. Saco mi conclusión de que la misma le aconteció esta
experiencia y se volvió loca, o sino que esta sabe por experiencia de otras lo
que es ser una mujer engañada por un hombre con faldas.
La experiencia, la vida, la historia que se yo; indica que no existe ni cristiano ni judío que
no haya caído en un agujero diferente. Los mismos sucumbieron ante la tentación
de lo novedoso. Pero los que probaron aseguran que hay que probar para vivir. Y
que cuando a uno le toca, le toca sin cuestionar.
Una trans asegura que si los hombres salen
buscando nuevas experiencias sexuales no convencionales es porque sus mujeres
no tienen como atarlos. Afirma que si
accedieran a los pedidos de sus maridos entonces otro gallo cantaría. Pero las
mismas se niegan.
Estas una vez engañadas, y de la manera que son engañadas,
hacen un rechazo evidente hacia las personas trans, al punto que las
mismas se vuelven transfobas. Para estas mujeres que tienen en su haber la
amarga experiencia del engaño; sentirse engañada con lo que parece
una mujer es el mayor atentado que se pueda cometer contra su orgullo
por lo que bien puede parecer una mujer o mal
parecer tal vez.
No hace falta recorrer las calles de La Habana para percatarse
que la mayoría de las trans parecen ogros travestidos. Para
ellas la ausencia de recursos, economía y materiales para transformarse es
evidente. Y acceder a una cirugía gratis por medio del Centro Nacional
de Educación Sexual (CENESEX) es casi imposible. Muchas dicen que
puedes pasarte veinte años para que clasifiques y seas escogida para
transformarte. Por lo que deciden auto feminizarse implementando
transformaciones invasivas al cuerpo a base de silicona y hormonas, por
mediación de personas que se tildan de especialistas, cuando en realidad no son
más que oportunistas. Otros ni siquiera los consultan y se transforman y ya. A
unas les queda bien y a otras no. Saben que ser blanca, bella, educada y fiel
apostadora del régimen comunista que apoya Mariela Castro es de vital garantía
para acelerar el proceso que nunca llega. Desde que en el año 2008 la directora
del CENESEX comunicara que Cuba llevaría a cabo cirugías
de reasignación sexual hasta la fecha menos de treinta transexuales
nacionales han pasado por el quirófano. Muchas opinan que el gobierno se dedica
a cobrarlas para extranjeros. Así muchas pueden esperar toda una vida sin que
sus sueños se hagan realidad a costa de una esperanza que nunca llega.
De la transfobia en mayoría son víctimas
las trans
negras. De estas los policías son los que más humillan. La piel de
estas aunque le pongan cosméticos en Cuba les delata. Los músculos y sus
anchas espaldas también. Cuando las blancas la mayoría de los policías
chantajean a cambio de sexo, le quitan el dinero, o la prostituyen; las negras
solo sirven a estos para justificar su trabajo imponiéndoles multas o
llevándolas detenidas a prisión. Por lo que si hablamos de racialidad y transfobia
en este país, bien podemos decir que esta no solo es aplicable a los que tienen
el poder. También forma parte de la vida diaria de los mismos transexuales
quienes se burlan entre ellos mismos por cuestiones raciales y se pelean
entre ellos mismos por cuestiones de apariencia.
Hoy solo basta recorrer las calles de La Habana para percatarse
que la prostitución femenina ha decaído. Lo que predomina es la prostitución
masculina y la transexual.
Recorrer 23 y Malecón, el parque
de la Fraternidad, el parque de la Virgen del Camino y el parque
de Santiago de las Vegas son sitios donde hay gran confluencia de personas
trans. Son sitios donde es algo común ver reyertas, escándalos,
conflictos, y altercados en aras de la competencia, el dinero, el poder, la
racialidad y la apariencia. En ese estilo de vida está implícito las pocas
oportunidades y educación que el gobierno cubano no ha dado a las personas trans.
Está implícita la competencia por ser feliz a costa de lo que fuere. Ya sea por
cuestiones de género, de raza, económicas o algún otro factor que intente hacer
mella a los que son catalogados de incompetentes. @mariojdgonzalez