Una APUESTA concienzuda es necesaria.

No quiero alardear de mi potencial porque creo que todavía me falta para alcanzar. Pero cuando miro a los líderes LGBTIQ que en estos momentos en el país dirigen las ONGs independientes no afiliadas al Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX),  veo que les falta la determinación para pensar en grande y por ende se quedan en el pedacito de no lograr nada o quedarse a medias.
En lo personal quisiera ayudarles compartiendo mis ideas y mis futuras proyecciones, pero me he percatado que cuando les asisto,  inevitablemente, se malogran mis recomendaciones y propuestas,  lo que provoca  que  mi mente no esté preparado para llevar acciones a medias.
Tengo la capacidad de pensar en grande, pero  me faltan los recursos.  Pero confío en Dios que en algún momento estos llegaran, permitiendo que muchas ideas y de las  de la Fundación Cubana Cristiana LGBTIQ Divina Esperanza, cual dirijo concreten muchas de estas.
Sueño con lograr hacer de Divina Esperanza una entidad que se conozca a nivel nacional y de la cual haya que hablar. Sueño con que esta se convierte en un referente tanto para la comunidad LGBTIQ cristiana o no a fin de llegarse a  esta y sumarse por lograr la igualdad social que tanto en el fondo reclama sin comprometer su visión y principios por el cual tanto ha luchado.
Guiarla  a la comunidad LGBTIQ en general, a fin de que entienda, de que la solución no basta con solo echarle el rayo al CENESEX solo porque no hace más por ellos de lo que esperan, sino que comprendan que el discurso que hasta ahora la comunidad LGBTIQ cubana ha ofrecido al mundo no ha convencido, y que es hora de hacer cambios a fin de lograr nuestra propia autonomía;  es el reto del cual hoy precisamos a fin de que con determinación, la mayoría convenza con sus proyectos y surjan nuevas visiones y proyecciones en otros proyectos que se empoderen socialmente.
Mirar más allá de lo que tenemos en frente,  trabajar y aunar esfuerzos a fin de que los proyectos LGBTIQ cubana puedan ser independientes económicamente generando una estrategia de auto-financiamiento es la tarea al cual debe hacer frente para evitar dependencias.
Pero para esto primero no se puede rechazar la ayuda. Primero se debe  reclamar, pedir y exigir recursos. No conformarse con su estado actual.
Es por esto que tenemos que entender, que si los proyectos independientes de la comunidad homosexual en Cuba,  se han quedado más rezagados respecto a otros proyectos de la sociedad civil, es debido a que tenemos en nuestra contra el poco nivel de organización que existe en nuestro seno, a diferencia de los demás proyectos que se encuentran más sólidos.
Por esto solo me resta comparar a esta, con niños de pechos que necesitan alimentarse para crecer en formación e influencia, para que luego puedan empezar a caminar por si solos.
Durante este tiempo que estado ausente. Me he dedicado a reflexionar bastante. Y puedo decirles que me ha sido más productivo apartarme del escenario no por elección sino por mi salud, porque me ha permitido pensar más de cerca que es lo que ocurre con nuestra comunidad, con los proyectos LGBTIQ y con nuestro discurso que se necesita transformar inevitablemente.
No quiero decir con esto, que ahora me ponga a defender lo indefendible. Simplemente que hay que reconocer logros que nos gusten o no, el CENESEX tiene en su expediente, sin obviar sus puntos más defraudantes que para la mayoría de la comunidad homosexual les hace mella.
Retomando el tema, quiero decir que sin unidad y recursos no se puede hacer nada. Y de que migaja en migaja, cuando alguno de estos se nos entrega, tampoco se puede hacer nada.  Porque las ideas llevan un precio para que se conviertan en acciones.
Vivimos en tiempos de cambios acelerados en nuestra sociedad cual es difícil cogerle el ritmo. La comunidad y en especial los proyectos LGBTIQ independientes al CENESEX esperan que se apuesten por ellos.
Limitar los recursos solo generara más retrasos. Estudiar desde el exterior, quien en la isla es el más calificado para recibirlos haciéndolo responsable del control y administración de estos a fin de que sean entregados a los demás grupos LGBTIQ a fin de evitar pérdidas es una evaluación que más tarde o más temprano se ha de efectuar.
Se espera que se tome la decisión correcta. No es una garantía, lo sé. Pero solo de esta manera podrá comprobarse de una vez y por todas, si en próximo será viable que se siga apostando o no por las minorías sexuales cubanas y sus proyectos.
No pierdo la esperanza, continuare abogando por la necesidad urgente de que en Cuba sea una realidad contar con una infraestructura sólida que trabaje por los derechos de gays, lesbianas, bisexuales, transgeneros, intersexuales y queers.
Ideas hay un montón,  y la comunidad LGBTIQ espera con ansias que cada una de estas sea una opción real con la cual identificarse.
Hoy más que nunca el destino de los proyectos LGBTIQ de la sociedad civil independiente está más en juego que nunca por alcanzar un nombre sólido. De esto dependen múltiples factores para que se construya uno del cual las minorías sexuales de todo el país puedan sentirse representadas y apoyadas.
El objetivo a lograr será la autonomía de esta. Y el logro será su propia independencia. @mariojdgonzalez


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