Anhelo que las uniones civiles y el Matrimonio Igualitario sea algo real en Cuba. Anhelo verme casado algún día en mi país.

Cuando el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) habla de reconocimiento de las uniones civiles entre personas del mismo sexo, la mayoría de la comunidad LGBTIQ se encuentra en desacuerdo con su propuesta, debido a que la las minorias sexuales aspiran por el reconicimiento del matrimonio igualitario.
En lo personal, soy de los que luchan porque la igualdad entre personas heterosexuales y homosexuales sea politica de estado, y no porque el CENESEX o el gobierno trate de imponer diferencias, a fin de limpiarse con los oprimidos y discriminados LGBTIQ, para arrojarse el merito de que hizo algo a favor de estos.
Considero que el reconocimiento de las uniones civiles entre personas del mismo sexo no es lo mismo que hablar de matrimonio igualitario, porque da la impresión que en el primero se establece una diferencia, cuando me parece que lo que se busca y lo que la comunidad LGBTIQ en general desea es la igualdad social.
Por eso espero pacientemente y me pronuncio como lo hecho en variadas ocasiones, para que el Código Civil de Familia sea reformado en aras de lograr el bienestar e igualdad en derecho de las relaciones entre personas del mismo sexo y la sociedad, así como que se contemplen sanciones contra la discriminación y violencia intrafamiliar hacia las personas y parejas homosexuales que propician el hecho.
No sé por qué, pero tengo la fe que en dos años la unión o matrimonio entre personas del mismo sexo será aprobada por el Parlamento Cubano.
Deseo fervientemente que este se decante por el último y que por ende se reconozcan todos los beneficios a los que una pareja heterosexual pueden gozar en dicha unión para que no se establezcan diferencias que distingan a un grupo de otro.
Por igual, es mi deseo que también se reconozca el derecho patrimonial de los conyugues ante casos de fallecimiento, así como el derecho al divorcio y asuntos legales, que implica para evitar en un futuro que existan inconvenientes.
Por mi parte, me encuentro todavía soltero encausado en mi activismo y liderazgo por la igualdad ciudadana, en favor de los derechos de las personas LGBTIQ.
Espero que muy pronto Dios mediante, me pueda unir en matrimonio igualitario con mi futura relación, a fin de alcanzar en mi vida un sueño tan anhelado que es compartir en las buenas y en las malas los vínculos que se establecen.
Oremos porque Cuba, que aún se encuentra rezagada en estos términos trate de dar la solución conveniente que solicita por mayoría las minorías sexuales a fin de que el acto de hacer valer la igualdad y la justicia social pueda ser evidenciado en nuestro pueblo a manos de nuestros dirigentes.
Mientras tantos solo hablan palabras.@mariojdgonzalez

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